INGREDIENTES:
- 1 pulpo fresco.
- 4 patatas.
- Pimentón dulce.
- 1 hoja de laurel.
- Sal gruesa.
- Aceite de oliva
PASOS:
1. Se congela el pulpo unos dias para romper la fibra (al congelarse la carne del pulo aumenta de volumen y así se rompe) y que esté más tierno a la hora de comerlo.
2. Se saca del congelador el día que vamos a prepararlo. Lo dejamos que se descongele.
3. Se pone una olla con agua a herbir y se le añade una hoja de laurel. Nada más empiece a herbir se sumerge el pulpo descongelado 3 veces (a esta técnica se le llama "asustar el pulpo"). Esto servirá para romper un poco más la fibra y que esté más tierno.
Se deja el pulo dentro de la holla y se tapa la misma durante 10 minutos. Transcurridos los 10 minutos, abrimos la olla y comprobamos con un palillo si el pulpo ya está blando. Si aún no lo está, lo dejamos herbir un poco más.
4. Una vez esté hecho lo separamos en un plato y lo troceamos a trocitos.
Ahora empezamos a preparar la patata con el agua que hemos usado para herbir el pulpo.
5. Pelamos las patatas, las troceamos y las ponemos a herbir hasta que estén tiernas.
6. Se pone todo en un plato y se aliña con sal gorda, pimentón dulce y aceite de oliva.